Una boda perfecta pasa por tener unas fotos perfectas. Sin duda para mí esa es una de las principales premisas. Cuando hablo con los futuros novios es un consejo que siempre les doy: no escatiméis en la contratación de un buen fotógrafo. Para mí es fundamental reservar una parte del presupuesto global de la boda para esto. De nada sirve optar por una estupenda decoración o un vestidazo impresionante si cuando tenéis que recordar vuestro gran día contáis con unas fotos que no reflejan para nada lo que fue. Esto solo os generará ansiedad y frustración. ¡Lo barato sale caro! Por ello hoy vamos a abordar un tema de lo más interesante: el precio de los fotógrafos.
Plataformas como Unionwep han ayudado a tomar en consideración el valor que tiene apostar por un buen fotógrafo en el día B. Todos queremos las fantásticas fotos que vemos en redes sociales, ese fotón que nos hará recordar nuestro gran día siempre con una sonrisa.
Como todo trabajo, la labor de los fotógrafos es remunerada. Parece que muchas parejas no tienen reparos en emplear gran parte del presupuesto en el menú o en la decoración pero sí en dedicarlo a las fotografías. Comprender el importante papel que juegan las fotos como vehículo para vuestros recuerdos es fundamental. Se trata de un día único e irrepetible y dichos recuerdos son la forma en la que podréis revivir vuestro día y compartirlo con los demás. Pero además, también es importante saber qué labor hace el fotógrafo para realmente poder cuantificar el servicio que nos está prestando.
Cada profesional tiene sus precios fijados en función de una serie de parámetros. Este precio no solo engloba que el día de la boda te haga una serie de fotos, no. Al final eso es lo de menos. Para valorar el precio debemos tener en cuenta en qué consiste esa labor. Solo así se sabrá apreciar la figura del fotógrafo, su trabajo y, por ende, su precio.
La labor del fotógrafo tiene mucho de artesano. Hay una labor previa y una enorme tarea de postproducción. Antes de la boda el fotógrafo ya os empieza a dedicar horas de trabajo en reuniones previas, preparando la boda para que ningún detalle falle. El día de la boda os acompaña durante todo el proceso, desde la preparación hasta la fiesta final, captando cada detalle que sucede. Es una fiesta, sí, pero los fotógrafos están trabajando con los cinco sentidos alerta para no perderse nada durante más de doce horas. Una vez termina la boda, no acaba el trabajo, esa noche hay que hacer copias de seguridad de las tarjetas y de los discos duros.
Con las fotos ya tomadas comienza una enorme labor de postproducción que empieza por la selección de las fotos. Normalmente los fotógrafos disparan entre 4.000 y 7.000 fotos, de ahí habrá que escoger de manera previa cuáles se toman y cuáles se desechan.
Si bien es cierto que cada fotógrafo tiene un estilo de edición basados en sus propios presets cada foto es un mundo, por lo que requiere una edición personalizada, adecuando luz y demás parámetros para que sea perfecta. Cada boda es única y por ello hay que trabajar foto a foto para conseguir la naturalidad y la perfección que todo buen profesional busca en su trabajo. Imaginad ese trabajo multiplicado por el número de fotos seleccionadas. ¡Es sin duda un trabajazo! Después hay que enviarlas a los novios, atender sus peticiones finales y, si los novios lo contratan, hacer el álbum.
Todo este proceso puede suponer un total de 64 a 100 horas de trabajo por boda para que cada pareja consiga las fotos perfectas que siempre soñaron.
Ahora que sabes todo esto, ¿cuánto crees que vale la hora de tu mejor recuerdo?
Pero además de todo esto el componente técnico es muy importante. El empleo de materiales obsoletos o la ausencia de formación del fotógrafo son ingredientes fatales a la hora de contratar un servicio. Hay que tener en cuenta que los fotógrafos cuentan con una serie de inversiones y gastos derivados de la compra y mantenimiento del material técnico (cámaras, objetivos, ordenadores, programas informático, etc). Por otro lado, los fotógrafos también invierten en formación, que les permite mantenerse actualizados y seguir mejorando día a día. Solo así se consiguen las mejores fotografías. Este plus se verá también reflejado en sus tarifas, siendo además una garantía de que el profesional contratado cuenta con una buen equipo y una formación solvente.
Plataformas como Unionwep no solo facilitan la contratación de un fotógrafo con todas las garantías, sino que además te permiten contrastar precios de diferentes profesionales desde tu área privada. Además, no podemos olvidar la labor de dignificación que lleva a cabo, poniendo de manifiesto la importancia y el valor de la labor desarrollada por los profesionales del vídeo y la fotografía.
Un besote,
Rodolfo Mcartney.